Un teniente de la Policía Nacional ha intentado hoy quebrarme los dedos de la mano derecha para evitar que hiciéramos fotografías del lugar donde se ha producido esta madrugada un derrumbe parcial en uno de los laterales que dan acceso al tunel de la segunda línea del Metro de Santo Domingo, en la avenida San Vicente de Paúl, próximo a la carretera de Mendoza.
El teniente Montero listo para atacar a Ciudad Oriental
A pesar de su advertencia, sin penetrar al área de la construcción, sino desde la calle, comenzamos a hacer fotos hacia el lugar del derrumbe.
De inmediato, en tono agresivo, el teniente Montero intentó arrancarme la cámara fotográfica que tenía en mi mano derecha, y que no solté.
Para intentar obligarme a soltar la cámara, el oficial pretendió entonces quebrarme los dedos de la mano derecha, doblandome, inicialmente, el dedo pulgar hacia atrás.
Ante esa situación, numerosos automovilistas se detuvieron y personas del entorno se aproximaron obligando al oficial a detener su agresión y me protegieron, lo que agradezco.
En principio, en Ciudad Oriental creíamos que el derrumbe en el lado lateral del metro era algo simple.
Sin embargo, el celo y la violencia con la que actuó el oficial hace pensar que el asunto es peor de lo que pensabamos.
Lo siguiente es una advertencia para el Jefe de la Policía y la Dirección de la OPRET: regresaremos al lugar a tomar fotografías y a grabar videos de lo que allí sucede.
Ustedes sabrán cómo evitan que hagamos nuestro trabajo.
La libertad de prensa no es un regalo de la OPRET, de la Policía ni del Gobierno.
El municipio y el país necesitan saber lo que allí sucede.
A lo mejor es algo insignificante, pero su conducta hace pensar otra cosa.
Lo que Ciudad Oriental ni ningún medio puede hacer es interferir en las áreas sensibles, pero los lugares PUBLICOS, son PUBLICOS .