POR: SAMUEL SANTANA (ssantana5@hotmail.com)Ninguna de las instituciones representativas de la comunidad evangélica del país dirán de manera clara y precisa a la membresía nacional por quienes deberán votar en este proceso eleccionario. La razón es que se deben a principios, normas y reglamentos que prohíben tal cosa.
A lo más que se atreven es a aconsejar que se vote tomando en cuenta cualidades, aportes y valores éticos sanos. Pero sin señalar a nadie de manera específica.
Sin embargo, existimos personas que aunque pertenecemos orgullosamente a esta comunidad, realizamos la función de orientadores o líderes de opinión. En tal virtud, en mi condición de comunicador profesional puedo expresar mi parecer con relación a este proceso eleccionario sin que esto comprometa a alguien.
Aclarado esto, paso a sugerirle, de manera muy personal, a toda la comunidad evangélica por quienes debemos votar en las elecciones de este 16 de mayo.
Lo primero a decir es que deben ir a las urnas todos los evangélicos que estén en capacidad de votar. Según aconseja el apóstol Pablo, debemos cumplir con nuestro deber ciudadano.
Segundo, hay que tomar muy en cuenta lo que al respecto han planteado ya las principales organizaciones evangélicas en el sentido de dar un voto de conciencia.
Tercero, los creyentes deben tomar su decisión libre de toda manipulación. Durante el proceso de campaña ha corrido mucho dinero y se han hecho muchas promesas con tal de concitar el favor de los votantes. Los evangélicos no deben votar por beneficios personales. Deben hacerlo pensando en el futuro de las comunidades y del país. Para eso, observe bien las cualidades y condiciones de los candidatos, sin importar a cual partido pertenezca.
Entiendan, los políticos que hoy se meten en nuestras iglesias y se reúnen con pastores, tan pronto ganen difícilmente los volverán a ver en sus templos. Eso es algo puramente coyuntural.
Cuarto, debemos tomar en cuenta la ambición que tienen algunos políticos por dominar de manera total las estructuras del Estado. A ningún país del mundo le conviene que un solo partido tenga el control de todos los poderes. Eso es hasta peligroso. Lo saludable es que todas las organizaciones políticas existentes tengan participación en la administración de la cosa pública.
Quinto, vamos a dar nuestro apoyo total a los candidatos evangélicos que tienen buen testimonio y que no se han avergonzado de luchar por los intereses de la iglesia evangélica en República Dominicana. Averigüe en su demarcación cuáles son esas personas y déle todo su apoyo.
Estas observaciones ayudarán a que el voto evangélico juegue un papel de equilibrio y determinante en estos momentos. No podemos actuar de manera descoordinada. Hagamos valer y notar nuestra fuerza a favor de los mejores intereses del país, de la ética, la moral y de los valores espirituales

