Por: la Redaccion
18/5/2010
Observando el mapa electoral en lo que respecta a las senadurías-pintado totalmente de color morado-no sé si preocuparme por la ausencia de senadores “blanco” ó hacerlo por la peligrosidad que esto representa para la democracia dominicana.
Muy, pero muy peligroso desde mi punto de vista. No pienso lamentarme de lo ocurrido este 16 de mayo, no por escape, ni por rehuir de los sentimientos inherentes al ser humano, sino debido a que no es saludable distraernos y perder la objetividad.
La realidad nos chocó de frente y, aunque era un secreto a voces el uso de los recursos del Estado, compra de cédulas, amedrentamiento de los puestos de trabajo, etc., pero aún así, hemos pasado por “buena fe”, ante la ignorancia(al menos yo) de que estábamos sin poder respirar…
De acuerdo, nos han dejado bobos, atolondrados. Pero no creo que la situación política a nivel nacional sea para reírse. Ellos y ellas lo saben, es muy dañino esta representación absoluta, de senadores, que me imagino a partir de agosto acudirán al Congreso, aprobarse las leyes unos con otros, yo te apruebo esta, tú me apruebas y nosotros te aprobamos señor Presidente Fernández, quizás!
Debemos abocarnos a una profunda reflexión todos(as) los ciudadanos en este sentido, lo ocurrido ayer, ya es tarde, fueron elegidos mediante el voto popular; pero creo que se pasaron de la dosis en su intento por asegurar su bienestar presente y dentro de seis años.
Estamos al borde de un Poder Ejecutivo que se puede ver en la obligación de gobernar mediante decretos. Estoy casi segura que tanto a sus simpatizantes, militantes, dirigentes y líderes así, como las y los votantes indecisos se les fue de la mano votar morado…
Es una realidad y debemos asumirla. ¿Pero podrá asumirlo durante estos dos años el Presidente Fernández? ¿Podrá con este globo de senadores que ayudó a inflar?
Ojalá y no termine su mandato presidencial a base de decretos, debido a que su “senado púrpura” no le dé la gana…ya veremos cuando se pongan el traje blanco, la bandera en la esquina, la cinta cruzada y, tal vez la foto del presidente, detrás.
Desde luego que al fin de cuenta será el pueblo dominicano que pagará la irresponsabilidad política una vez más-el pueblo-me refiero a los pobres.
Madrid-España.

